La Alhambra siempre ha sido un espacio de reflexión y producción artística, y lo fue también en aquellas noches de luna llena de junio de 1922 cuando en la Plaza de los Aljibes se celebró el primer Concurso de Cante Jondo de Granada, organizado por el Centro Artístico, Literario y Científico y auspiciado por intelectuales como Manuel de Falla, Federico García Lorca, Ignacio Zuloaga o José María Rodríguez-Acosta.
Hoy, cien años después de aquel mítico certamen, el Patronato de la Alhambra y Generalife, entidad adscrita a la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, valora sus luces y sus sombras y las consecuencias que de aquel evento se produjeron en la exposición ‘Desde lo Jondo del Flamenco. Granada 1922. Primer Concurso de Cante Jondo’, comisariada por Rafael Gómez Benito y Rodrigo Gómez Jiménez.
Hasta el próximo 11 de septiembre, en la sala de exposiciones temporales del Palacio de Carlos V de la Alhambra, «tenemos la oportunidad de conocer la historia que revolucionó el flamenco, la crónica de un grupo de intelectuales que aunaron tradición e innovación para lograr el éxito del que hoy somos testigos», destaca la viceconsejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Macarena O’Neill, quien agradece tanto a los comisarios como a todas las instituciones y colecciones privadas «su generosidad para reconstruir este proyecto excepcional y mágico».
Fotografías, pinturas, dibujos, documentos, cerámicas, carteles, correspondencia, instrumentos musicales o documentos visuales y sonoros articulan el discurso de la exposición, que se podrá visitar gratuitamente de lunes a domingo, de 10 a 20 horas.
En total, 230 piezas que, junto a la recreación del escenario, con efectos de luz, sonido, color y reproducciones -ejecutadas por los alumnos de la Escuela de Arte José Val de Omar de Granada– de los trajes diseñados por Ignacio Zuloaga y Manuel Ángeles Ortiz para las señoras de la Zambra, desgranan una hazaña que democratizó, reivindicó y elevó el flamenco a la categoría de arte.
«Objetos artísticos que son reflejo de la complejidad y dimensión transversal del concurso, y argumentan una gesta modernista y transgresora que consiguió hacer historia», subrayan los comisarios, quienes aseguran asimismo que el Concurso de Granada de 1922 «estableció los cimientos de lo que hoy podemos decir que es un arte que va más allá».
‘Desde lo Jondo del Flamenco. Granada 1922. Primer Concurso de Cante Jondo’ sirve, además, según la directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz, «como recuerdo y homenaje a todos aquellos que hicieron posible la celebración de aquel concurso y la revalorización de nuestra tierra», como Santiago Rusiñol, Miguel Cerón, Manuel Jofré, Hermenegildo Lanz, Fernando Vílchez, José Mora Guarnido, Fernando de los Ríos o Ruiz de Almodóvar, entre otros muchos intelectuales.
«Es una de las grandes citas de la conmemoración del centenario del Concurso de Cante Jondo de Granada porque ofrece una visión bastante completa de lo que supuso este certamen, sacando de la periferia el flamenco y situándolo en el centro de la expresión cultural de Andalucía», añade O’Neill, que reconoce que esta exposición es «un testimonio fiel para entender la memoria y el valor de nuestro patrimonio flamenco, hoy más vivo y más universal que nunca, tal y como lo reconoció la Unesco en 2010″.
La exposición se estructura en siete áreas temáticas, cada una de ellas con un microrrelato expositivo, ordenando ideas e imágenes en historias a través de una superposición de lecturas. En la primera, titulada ‘Granada y la Alhambra, escenarios para una historia’, se presenta el contexto social, cultural, antropológico e histórico de la Alhambra y la Granada de 1922, mientras que en la segunda, ‘Aula del cante jondo’, el visitante ahonda en el concepto de cante jondo, sus características y teorías.
‘Tocado por el duende’ es el título de la tercera área temática y se centra en Manuel de Falla, su llegada a Granada y su relación con otros intelectuales. La cuarta, ‘Los protagonistas: modernidad y eclecticismo’, muestra la fuerza de la colectividad, la pluralidad de ideas y los personajes que fueron partícipes del Concurso y colaboraron en su éxito.
En la quinta, bajo el título ‘¿Se atreve usted a que hagamos ese concurso?’, se aborda la actividad frenética de los meses previos al certamen, polémica incluida, y en la sexta, ‘La aurora del cante’, se muestra todo lo que sucedió los días 13 y 14 de junio de 1922 en la Plaza de los Aljibes de la Alhambra.
La exposición se cierra con ‘Y lo que «quea» por cantar’, donde se explica qué consecuencias tuvo y qué supuso este certamen que, un siglo después, sigue muy presente en el escenario donde se celebró: la Alhambra de Granada.